La diseñadora de vestuario Joanna Johnston sobre la creación de la magia de la moda para &
Con un historial que incluye los títulos aclamados por la crítica Forrest Gump , War Horse y Lincoln , la diseñadora de vestuario Joanna Johnston ha tenido algunas de las películas más influyentes de Hollywood. Viene con el territorio de colaborar con disidentes del cine como Steven Spielberg y Robert Zemeckis, con quienes Johnston ha trabajado en estrecha colaboración durante más de dos décadas.
Su último proyecto con Zemeckis es una nueva adaptación de Las brujas de Roald Dahl , diseñando disfraces para un aquelarre de brujas aterradoras que se enfrentan como mujeres normales y atraen a los niños a su desaparición. La versión de Zemeckis de la novela de fantasía para niños de 1983 ubica a los personajes en Alabama de la década de 1960 con un protagonista afroamericano y su abuela, lo que le da a la historia una actualización inclusiva.
Yuxtaponiendo a las brujas que deambulan por el hotel Grand Orleans Imperial Island (donde se desarrolla la historia), la abuela de Octavia Spencer ofrece una sensación de calidez y hogar, vestida con estampados florales y cómodos vestidos de casa. En marcado contraste está la Gran Bruja de Anne Hathaway, cuyos labios rojos dan paso a una sonrisa maliciosa y de dientes afilados; pelucas peinadas y sombreros elegantes cubren la cabeza calva; y los guantes y los tacones puntiagudos ocultan las garras. Los fanáticos de Grand High Witch de Anjelica Huston de los años 90 no verán el mismo maquillaje a nivel de terror, ya que CGI y prótesis estratégicas transforman a Hathaway en la pantalla. Junto a decenas de brujas de todo el mundo, los disfraces actúan como los disfraces definitivos de sus verdaderas formas.
A continuación, L'Officiel habla con Johnston sobre las características definitorias del vestuario de las brujas, desde basarse en los antecedentes personales de Spencer hasta rendir homenaje al comienzo de su propia carrera de vestuario.
Has trabajado en un par de películas para niños antes, pero han sido pocas y distantes entre tus otros trabajos en piezas de época y películas de acción. ¿Qué te atrajo de The Witches ?
No suelo elegir películas por los géneros, sino más bien por la narración. Por ejemplo, solía decir que nunca me interesó hacer ciencia ficción, y luego terminé haciendo una película en parte de ciencia ficción, porque la historia era increíble. Creo que se trata de la historia y los directores. The BFG , Polar Express y The Witches se encuentran entre Bob Zemeckis y Steven Spielberg; son los dos directores con los que trabajo con más frecuencia. Fueron ellos más que el tipo de películas, por así decirlo.
Esta narración de Las brujas puede ser la primera introducción a la historia de una nueva generación. ¿Cómo empezaron tú, Robert y el resto del equipo a imaginar el mundo que querías crear?
Roald Dahl es muy importante como narrador y es enorme en Gran Bretaña. Según tengo entendido, hay muy pocos niños a los que no se les haya presentado sus historias de una forma u otra, y Las brujas es un gran punto de referencia. Quizás menos en Estados Unidos, pero aquí Road Dahl está siempre presente en la psique de la narración. La guinda del pastel fue que [Robert Zemeckis] trasladó la historia de la década de 1980, cuando fue escrita, a la de 1960, y luego la puso en Estados Unidos.
Dado que la película está ambientada en Alabama, ¿investigó sobre la moda de ese período y lugar en particular?
En realidad, fue una investigación internacional, porque las brujas en la convención provienen de todo el mundo, así que tuvimos un montón de brujas representando a sus respectivos países. Fui por todo el lugar. Fue una extensa plataforma de investigación para jugar.
¿Cuáles fueron las influencias detrás de los trajes de la Gran Bruja de Anne Hathaway?
Hubo algunos íconos de los años 60 y le hice un homenaje a mi jefe Anthony Powell, con quien trabajé cuando era asistente. Solía hacer estos [trajes] fabulosos y dramáticos en blanco y negro como una de sus especialidades. Quería que [Hathaway] fuera glamorosa, la que las otras brujas admirarían, para que tuviera el mayor impacto de todos. Se trata de su vanidad y proyección.
El personaje de Octavia Spencer, la abuela, tiene muchos estampados. ¿Cuál fue la elección detrás de eso?
Ella tiene grandes estándares en su vestimenta y siempre se ve encantadora. Al principio, decidí que quería que estuviera impresa casi todo el tiempo. Flores y detalles: ella es el polo opuesto de la Gran Bruja.
Octavia es en realidad de Alabama. ¿Te dio alguna información, ya que está familiarizada con el escenario?
Le hablé de su infancia. Sabía que las mujeres durante ese tiempo usaban batas de casa cuando realizaban las tareas domésticas, y ella me reiteró eso sobre su propia familia: guardarías toda tu mejor ropa para salir, pero en casa, tendrías estos vestidos de casa. Son prácticos, pero también muy bonitos, hechos de algodones y medias de nailon. Definitivamente aproveché sus experiencias.
Los accesorios son un componente principal de la identidad de las brujas. ¿Cómo fue coordinar esos elementos para tantos personajes?
¡Complicado! Las brujas tienen garras como manos y pies, así que se me ocurrió este concepto en el que todas las brujas usan guantes para cubrir sus manos con garras. Tienen dos dedos, que son falsos en un guante de cinco dedos; si miras la película de cerca, son rígidos. No se mueven porque en realidad están llenos. Y los zapatos tenían que ser largos y puntiagudos, por lo que se alargaban para adaptarse a sus patas con garras.
