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Lecciones de vida, por Dorothy Gale

77 años se cumplen desde que la niña de los chapines de rubí nos hiciera soñar con el mundo de oz y, por qué no, nos diera unas cuantas lecciones.
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77 años se cumplen desde que la niña de los chapines de rubí nos hiciera soñar con el mundo de oz y, por qué no, nos diera unas cuantas lecciones. Dorothy era una niña de 12 años, pero logró conducir a Espantapájaros, Hombre de Hojalata y León Cobarde hasta el Mago. Tres hombres con sus particulares taras, a los que demostró que tenían más cerebro, más corazón y más valentía de la que pensaban. Y eso, para una sola chica… no es tarea fácil. Pero además de a no subestimar nunca la fuerza de una mujer, la protagonista de El Mago de Oz (1939) nos enseñó unas cuantas cosas más que detallamos a continuación: No hay un sitio como el hogar. “Totó, me parece que ya no estamos en Kansas” y qué tonta he sido de pensar que estaría mejor lejos de allí. Nada como irse para caer en la cuenta de lo que se tiene en casa, y nada como que te reciban con los brazos abiertosal volver. Escoge el camino con el color que más te convenza. Sí, Dorothy siguió el de baldosas amarillas porque se lo dijo la Bruja Buena del Norte, pero al llegar al final se da cuenta de que el Mago no va a devolverla a Kansas, y de que tiene que conseguirlo por sus propios medios. ¿No lo habría logrado ella sola desde el principio? El camino es más importante que el destino. Porque es en el camino donde se aprende a valorar las cosas y donde suelen generarse los mejores recuerdos. El camino, al final, nos convierte en quienes somos. En el suyo, Dorothy aprendió cosas de sí misma de las que no tenía ni idea e hizo grandes amigos. Nadie hará por ti más que tú mismo. Y no se trata de dejar de confiar en la bondad del ser humano. Se trata más bien de ser conscientes de que no deberíamos esperar que nadie solucione nuestros problemas. No existen los magos que puedan devolverte a Kansas ni las brujas con fórmulas del éxito mágicas, existes tú con tus medios y tus ganas. Ah, también aprendimos que una mujer es capaz de cualquier cosa si lleva los zapatos adecuados.

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