El archivo recientemente descubierto del ornitólogo británico Dick Coates destaca Formentera en la década de 1950, cuando la isla emergió como un refugio para artistas y espíritus libres que buscaban refugio del mundo tumultuoso.

<a href="https://www.lofficielibiza.com/ibiza/philippe-starck-the-french-designer-whose-influence-is-still-felt-on-formentera" target="_blank" rel="noopener">Formentera</a> , la más pequeña de las Islas Baleares de España, es conocida desde hace mucho tiempo como una joya escondida en el Mediterráneo. Las playas vírgenes, las aguas cristalinas y el ambiente relajado de la isla la convierten en un destino popular para los viajeros que buscan un escape tranquilo del ajetreo y el bullicio de la vida moderna. Sin embargo, fue en la década de 1950 cuando Formentera empezó a emerger verdaderamente como un paraíso para artistas, bohemios y vagabundos, dejando una huella imborrable en la <a href="https://www.lofficielibiza.com/ibiza/formentera-s-fascinating-history" target="_blank" rel="noopener">historia y la cultura de la isla</a> .

El Archivo de Imagen y Sonido de Formentera ha recibido recientemente la donación de una importante colección de imágenes y manuscritos del ornitólogo británico Dick Coates. Esta extraordinaria colección es el resultado de una visita que Coates realizó a Formentera junto con PG Johnson para un estudio ornitológico donde se registró la llegada de la tormenta cariblanca. La colección se compone de 103 negativos en blanco y negro y una serie de <a href="https://www.lofficielibiza.com/ibiza/nine-beautiful-vintage-images-of-formentera" target="_blank" rel="noopener">fotografías</a> , diapositivas, planos hechos a mano del campamento de observación de aves, una revista que relata su visita ornitológica, cuatro postales de correspondencia relacionada con su estudio, así como facturas y notas personales. Entre estas facturas destaca una por su estancia en la Fonda Parador, actual Hostal Casa Miramar, de 10 de abril de 1958, por importe de 450 pesetas. &#39;Al principio dormimos en una vieja tienda de campaña con el doble techo encima; se rompió la segunda noche. recuerda Coates. &#39;La gran alegría fue la familia Costa de la Fonda El Parador, que cada noche nos alimentaba con pescado, carnes ahumadas, pollo y naranjas excepcionales. Todavía tengo la factura. Nos hicimos buenos amigos a pesar de no hablar catalán, y la familia nos invitó a unirnos a ellos para el baile al aire libre cercano. En la década de 1950, Europa todavía se estaba recuperando de los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Las cicatrices de la guerra se estaban curando lentamente y había un deseo creciente de renovación y retorno a la simplicidad. En este contexto, Formentera, que en gran medida no había sido afectada por la guerra, se estaba convirtiendo en un destino atractivo para los viajeros que buscaban consuelo e inspiración. Era una época en la que la infraestructura de la isla era básica y la vida avanzaba a un ritmo lento. Formentera era un lugar donde el tiempo parecía haberse detenido, lo que lo convertía en un destino atractivo para quienes buscaban refugio del caos del mundo exterior.

Durante la década de 1950, Formentera empezó a atraer a un grupo ecléctico de artistas, escritores y músicos <a href="https://www.lofficielibiza.com/ibiza/peace-and-love-and-protests-the-evolution-of-ibiza-s-hippies" target="_blank" rel="noopener">bohemios</a> . Se sintieron atraídos por la isla por su belleza cruda, su sencillez y la sensación de libertad que ofrecía. La falta de comodidades modernas de la isla y su humilde forma de vida fomentaron la creatividad y alentaron a los artistas a conectarse con el mundo natural. Estas mentes creativas encontraron inspiración en los paisajes vírgenes, las radiantes puestas de sol y el vibrante mar azul, todo lo cual infundió a su trabajo una sensación de asombro y serenidad e inspiró innumerables pinturas, esculturas y fotografías. Artistas notables como <a href="https://www.lofficielibiza.com/music/bob-dylan-hedi-slimane-celine-portrait-of-a-performer-photography-series" target="_blank" rel="noopener">Bob Dylan</a> , Joni Mitchell y miembros de Pink Floyd se sintieron atraídos por la belleza de la isla, y algunos incluso crearon obras de arte específicamente inspiradas en Formentera. El legado de los años 50 en Formentera sigue siendo evidente hoy en día. Si bien la isla ha evolucionado y modernizado, su dedicación a preservar su carácter único sigue siendo firme. Formentera ha logrado lograr un delicado equilibrio entre abrazar la modernidad y preservar su belleza natural y sus tradiciones culturales.

Formentera en los años 50: una isla paradisíaca atemporal

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