Taylor Gregory rompe las reglas del juego
Que una sociedad siga obsesionada con vivir entre estereotipos es un error que no puede permitirse. Enfrentándose directamente a ellos y llevándolo con la normalidad más infantil, vemos cómo la sombra alargada del diseñador Jeremy Scott planea en el último anuncio de Barbie. Y es que los de Mattel, con la excusa de promocionar la edición limitada de una Barbie vestida de Moschino, han incluido en el anuncio un guiño diferente: un niño. Un absoluto puntapié a cualquier barrera de género impuesta por un mercado que distancia a chicos de chicas, también, en su manera de jugar. Al grito de “Moschino Barbie is so fierce”, el pequeño Taylor Gregory, de 7 años, se hace con el anuncio, sus compañeras de escena y los muchos niños, adolescentes y adultos a los que no solo les divierte que un niño se vuelva loco con su Barbie, sino que de manera inocente gire el timón en pro de aquellos que en su infancia quisieron jugar con una muñeca y por ser chicos, y no adecuado, no les dejaron. Las reglas del juego han cambiado y Scott ha marcado la salida.