Hommes

LA VOZ cumple 100 años

Su voz no solo amenizó bailes, soirées y fiestas desde los años 40 sino que se convirtió en banda sonora de toda una época que hasta nuestros días, sigue resonando como un susurro absolutamente atemporal.
person human hat clothing apparel wood plywood sitting

Su voz no solo amenizó bailes, soirées y fiestas desde los años 40 sino que se convirtió en banda sonora de toda una época que hasta nuestros días, sigue resonando como un susurro absolutamente atemporal. Nacido Francis Albert Sinatra, pronto fue reconocido únicamente por su apellido. Un hombre mundano cuya voz enamoró (y lo sigue haciendo) generación tras generación y cuyo swing redefinió las nueva manera de hacer música. Un hombre a su aire, que grababa o filmaba durante el día y las noches se bebía con su rat pack del momento. Un hombre de presencia impecable, pero canalla, que besaba a Ava Gardner, cenaba con Kennedy, daba la mano al mafioso Sam Giancana, grababa para Capitol I’ve got the world on a string y recogía su Óscar por su papel secundario en De aquí a la eternidad. Crooner entre los crooners y toda una referencia para posteriores artistas que sin quererlo imitar han querido rozar su maestría, abrir la boca y que las palabras fluyeran en cascada y perfecta armonía. ¿El último? Bob Dylan. El hombre que mejor ha cantado en sus más de 1.300 canciones al amor, al desamor, a la pasión, a la tristeza, al éxito y a Nueva York, la ciudad que él ayudó a que no durmiera. Un talento irrepetible que marcaba a su paso y electrizaba a su manera que hoy nos sigue teletransportando a un tiempo en el que todo parecía ir bien y las luces de neón brillaban como nunca lo volverían a hacer. En el centenario de su nacimiento (12/12/15) no solo tarareamos sus canciones sino que le recordamos en sus películas más conocidas. ¿Nos acompañas?

1 / 8
La mujer de cemento (Gordon Douglas, 1968)
Cuatro tíos de Texas (Robert Aldrich, 1963)
Alta Sociedad (Charles Walters, 1956)
Guys and Dolls (Joseph L. Mankiewicz, 1955)
El hombre del brazo de oro (Otto Preminger, 1955)
De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953)
Un día en Nueva York (Stanley Donen y Gene Kelly, 1949)
Levando Anclas (George Sidney, 1945)

Entradas recomendadas